jueves, 19 de diciembre de 2013

Dos Palabras

   Y para finalizar por el día de hoy, les dejaré con el principio de un cuento que estoy creando. Me tomaré el mayor tiempo posible porque no quiero hacer algo estúpido o muy común. En fin, aquí esta:

   Calmada la noche caminaba un joven, luciendo un atuendo muy asqueroso, un pelo sin lavar por días, picor en sus pies, una gran peste tenía. Los automóviles le pasaban por su lado, retumbando en lo alto y con pedal abajo. A veces se asustaba, es claro, podía morir atropellado pero ya él ni miedo le tenía a la muerte. Siguió su rumbo a donde el destino lo llevara porque ya ni las ganas de vivir aguantaba. Más tarde, decide hacer una parada en un colmado para ver si encontraba algo que comprar, sólo tenía dos chavos en el bolsillo. De tantas vueltas que dio nada encontró, volvió a salir y seguir su camino.
   El sol salía por la izquierda, rojizo el cielo, neblina por doquier el joven se despertaba. Había dormido unas cuantas horas debajo de un árbol. Se topó, con que, había un bulto a su lado, rojo como lava de volcán, con líneas blancas; pensó que era una maldad o algo malicio. Se incorporo, sin dejar de mirar el bulto, observo a su alrededor. Miro de nuevo el bulto y vio que a su lado se encontraba un papel en blanco sucio, lo cogió y lo examinó. Al abrirlo tenía solo dos palabras escritas y eran:
¡TE AMO!
   ¿Qué persona le iba a escribir “Te amo”? Y más aún, ¿Dejarle un bulto color rojo con líneas blancas? Decidió acercarse al bulto y examinarlo a ver que tenía dentro. Al abrirlo se notaba vacío pero al introducir su mano encontró que había tres cosas. Un lápiz, un papel y un dulce. Se quedo atónito y pensando que persona le habrá dejado dichas cosas. Una de sus suposiciones fue que alguien del colmado que había visitado lo siguió y le dejo eso. Pero su pregunta era, ¿Por qué un lápiz y un papel?
   Al alzar el bulto encuentra otro papel, cuando lo abre estaba totalmente sucio. Pensando que tenía que ver un papel sucio debajo de un bulto, se percató de que no era sucio sino grafito. Cogió la página sucia y la unió con el papel en blanco, froto el lápiz fuertemente sobre el papel en blanco y formo dos palabras. Estas eran:
¡TE AMO!

No hay comentarios:

Publicar un comentario